Desde
el instante en que empezamos a identificar sentimiento alguno por una persona,
sentimos miedo de que en algún momento otro ente pueda llamar la atención de
ese ser querido y convertirse en quien ocupe sus pensamientos y te arrebate la
posibilidad de prioridad en su vida o simplemente te quite algo que tu
consideres te pertenece, aun no siendo así.