La narcolepsia, enfermedad o flojera?

La narcolepsia es un trastorno del sueño que se puede manifestar de varias formas, pero especialmente mediante una somnolencia excesiva durante el día que puede derivar en lo que se conocen como ataques de sueño, momentos en los que el deseo de dormir resulta irreprimible para el paciente y que pueden durar pocos minutos, o alargarse a más de una hora.


En la narcolepsia las fases del sueño están mal reguladas, sobre todo la fase REM.
La enfermedad suele comenzar alrededor de los 20-30 años, pero puede aparecer a cualquier edad (incluso en niños), y dura toda la vida con pocas variaciones. La primera manifestación suele ser la hipersomnia (exceso de sueño) con crisis de sueño diurno, y a continuación, en un plazo de uno o dos años, aparece la cataplejía.

Desde que aparecen los primeros síntomas hasta el desarrollo completo del síndrome pueden pasar hasta 20 años; además, con los años, puede alterarse la calidad del sueño nocturno del paciente y asociarse con apnea del sueño.

Se estima que la incidencia de narcolepsia en los países occidentales se encuentra entre el 0,2 y el 2,6 por cada 1.000 habitantes.

Causas de la narcolepsia 

Las causas del síndrome narcoléptico todavía son desconocidas, pero se cree que está asociado a una predisposición genética, ya que se ha visto la relación entre la enfermedad y el HLA-DR2, por lo que influyen los antecedentes familiares. Así, las personas que tengan familiares de primer grado con narcolepsia tienen un riesgo hasta 40 veces superior de padecer este trastorno que el resto de la población.

Esta enfermedad también se relaciona con una destrucción selectiva de las neuronas secretoras de hipocretina, con la consecuente disminución de este neuropéptido involucrado en la regulación del sueño.

Lo que sí se ha comprobado es que ciertos factores ambientales como el estrés, las infecciones, los cambios hormonales, un trauma emocional, problemas en el funcionamiento del sistema inmunitario... pueden desencadenar o agravar la narcolepsia. 

Escrito por: Natalia Bermejo Rubio, Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares

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